En medio de un cementerio italiano de la Primera Guerra Mundial, el Papa Francisco dijo que los conflictos registrados hoy en todo el planeta son una Tercera Guerra Mundial «por partes», que todas las guerras son «una locura» y condenó el comercio de armas y a los «planificadores del terror» que siembran muerte y destrucción.
«LA GUERRA ES UNA LOCURA»
«Después de contemplar la belleza del paisaje de toda esta región, donde trabajan hombres y mujeres (…), juegan los niños y sueñan los ancianos (…), sólo se me ocurre una cosa: la guerra es una locura», afirmó el santo padre en el cementerio militar de Redipuglia (noreste), donde descansan los restos de más de 100.000 soldados de ambo bandos caídos durante la Gran Guerra.
El abuelo de Francisco participó precisamente en la Primera Guerra Mundial, en las batallas libradas en esta región, cerca del río Piave, entre 1917 y 1918. El pasado junio, el Papa argentino habló de «la enorme tragedia que fue la Primera Guerra Mundial, de la que escuche tantas historias dolorosas en boca de mi abuelo, que estuvo en el Piave».
«UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL COMBATIDA POR PARTES»
«Hoy, tras el segundo fracaso de una guerra mundial, quizás se puede hablar de una tercera guerra combatida ‘por partes’, con crímenes, masacres, destrucciones», dijo el Papa, que en los últimos meses, llamó varias veces a poner fin a los conflictos en Ucrania, Irak, Siria, Gaza y partes de África.
«La guerra destruye. La guerra lo desfigura todo, incluso el vínculo entre hermanos. La guerra es loca, su plan de desarrollo es la destrucción: ¡crecer destruyendo!», añadió el sumo pontífice en su crítica a los conflictos armados, que según argumentó nacen de los intereses económicos de la industria armamentística y de la indiferencia de la gente.
Fuente: tn.com.ar




Abrir en otros reproductores




